En 1823, en Colombia se declaró la total prohibición del comercio de esclavos, pero recién en mayo de 1851 apareció un decreto de por vida. Meses después, el 1° de enero de 1852, finalmente uno de los peores destratos que ha sufrido el ser humano en la historia de la humanidad expiró en el país cuando el Estado se comprometió a pagar a los propietarios una indemnización a través de bonos. En aquella época, en la que la barbarie contra la negritud era cotidiana, está inspirada la historia del gran éxito La Esclava Blanca, serie guionada por Claudia Sánchez, Said Chamie, y Andrés Burgos, localizada en la bella y colonial Santa Marta, la ciudad más antigua de las existentes en Colombia y la segunda más antigua de Sudamérica.
Desde su estreno absoluto, hace poco menos de diez meses, la creación más cara de la historia de la televisión local (US$ 9,4 millones de inversión) no ha parado de tener buenas noticias para su mentora, productora y primer canal de emisión, Caracol Television.
El suceso nacional de la serie dirigida por Liliana Bocanegra (62 capítulos de una hora cada uno), se convirtió rápidamente en suceso de exportación para su distribuidora, Caracol Internacional. Televisoras de EEUU, España. Chile, Paraguay, Panamá, Puerto Rico, Polonia, Bolivia, Venezuela, República Dominicana, Honduras, Uruguay, Sudáfrica, Armenia, Moldavia, Eslovenia, Tanzania, Ghana, Uganda, Vietnam, Afganistan, Hungría y Rumania, ya las han puesto en pantalla.
La lista se amplió esta semana con el debut en Rusia, en Tochka TV, programada en el primetime, de lunes a viernes.
En la buena recepción mundial que viene teniendo este producto colombiano mucho tiene que ver el carácter universal de la historia, el nivel de producción y un elenco variopinto en nacionalidades, encabezado por la actriz española Nerea Camacho, ganadora del Premio Goya en 2009, junto a su compatriota Miguel de Miguel, el actor venezolano Luciano D’Alessandro, el cubano Orián Suarez, la panameña Miroslava del Carmen y el puertorriqueño Modesto Lacen. A ese plantel de extranjeros, lo acompaña un elenco colombiano en el que sobresalen los talentos Natasha Klauss, Viña Machado, Roberto Cano, Ricardo Vesga, Leonardo Acosta, Mauro Donetti, Gianina Arana, Bárbara Perea y Karoll Márquez.
La serie fue grabada totalmente en exteriores, con más de 400 extras en escenas, con óptica de cine (cámaras f55) y con un logrado trabajo de arte. La producción utilizó diferentes locaciones naturales de la costa caribe colombiana y en el centro del país para poder reflejar la Colombia del siglo XIX. Santa Marta, Cartagena, el Valle del Cauca, Bogotá, La Guajira, Medellín y los alrededores de estas ciudades fueron los escenarios elegidos. Bocanegra y su equipo tuvo la oportunidad de filmar varias de sus escenas en la Quinta de San Pedro Alejandrino, la hacienda donde vivió sus últimos días Simón Bolívar. Para la reconstrucción del pueblo de Palenque, sitio en el que se desarrollan las partes esenciales de la historia, se construyeron cabañas rodeadas de una empalizada de 300 metros.
