Finalmente, la carrera que tenía como protagonistas a grupos líderes de la televisión mundial, ha tenido su colofón. Semanas después del límite, y luego de concluirse un proceso que ha tenido de todo —desde intereses empresariales mezclados con la política nacional, hasta la mácula de la corrupción que tumbó a otroras intocables del deporte más popular del mundo— los derechos de transmisión del fútbol oficial de Argentina tienen dueño, luego de la escandalosa administración conocida como Fútbol para Todos,un experimento sin precedentes a nivel mundial.
El programa Fútbol para Todos, creado por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner (presidenta argentina desde 2008 a fines de 2015), involucró dinero público nacional -miles de millones- para sostener una actividad privada extraordinariamente onerosa. Ese lanzamiento fue posible al aliarse el gobierno con la AFA, entidad entonces presidida por Julio Grondona (también uno de los VP de la FIFA, fallecido en 2014, luego señalado por gravísimas acusaciones de corrupción en las más altas esferas de la organización del fútbol mundial), para quitarle en 2009, de facto, los derechos a la dueña oficial de los permisos de transmisión, Televisión Satelital Codificada (TSC), compañía integrada en partes iguales por el Grupo Clarín y Torneos y Competencias.
Las emisiones deportivas en el lapso que duró la experiencia -2009 a 2016- se hicieron por distintos canales broadcast y algunos de TV paga sin costo directo para los clientes de las operadoras. Esta gratuidad, que tanto promocionaba el gobierno y todo el ambiente futbolístico, en realidad era mentirosa pues todos los gastos del programa se sostenían con dinero público, generado por los impuestos pagados por los argentinos. Aquel manejo gubernamental tuvo numerosas denuncias por presunta corrupción, varias de las cuales se transformaron con el correr del tiempo en causas judiciales. Los clubes de fútbol, en tanto, se hicieron absolutamente dependientes de los fondos públicos. La gran mayoría de esos clubes se encuentra en la actualidad en una situación técnica de bancarrota.
La investigación por negocios turbios públicos-privados ya tiene procesados a jefes de gabinetes del gobierno peronista que precedió al actual y a varios ejecutivos de compañías de televisión.
La Comisión de Ofertas de Derechos Audiovisuales de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), la entidad que agrupa a los clubes que intervienen en los torneos oficiales, se decantó por la oferta de la sociedad conformada por FSLA Holding L.L.C. (FOX) y Turner Broadcasting System Latin America Inc., que asume los derechos por los próximos cinco años. El desenlace recién llegó en las primeras horas de este martes, en la capital argentina.
Esta elección dejó fuera de la contienda a los otros dos animadores, ESPN y la española Mediapro.
La normalización de las trasnsmisiones no será un camino sin espinas. El alivio para la crítica situación económica de los clubes llegará cuando comience a inyectar fondos la dupla FOX/Turner.
