A Través del Tiempo, la exitosa telenovela de Globo y uno de los principales contenidos del catálogo internacional lanzado por el grupo en NATPE 2017, ganó un nuevo territorio esta semana con el estreno en el primetime del canal público RTC, de Cabo Verde, el estado soberano insular de África, situado en el océano Atlántico, de habla portuguesa.
La compañía brasileña confía en que responderá a la expectativa generada en el territorio africano y repetirá el gran éxito alcanzado en su raid brasileño y más recientemente en El Salvador, donde se está exhibiendo en el Canal 4.
Durante su exhibición en Brasil, la telenovela llegó a más de 173 millones de espectadores, considerando las personas que sintonizaron al menos un minuto de la telenovela completa, según Ibope. También llegó al público online, generando más de 654 mil comentarios en las redes sociales, una media de 5 mil comentarios por capítulo.
Socio de Globo durante años y uno de los principales canales abiertos de Cabo Verde, RTC ya incluyó otras producciones brasileñas de éxito en su programación, como Avenida Brasil y Rastros de Mentiras, y actualmente también exhibe la bailable Boogie Oogie: El Baile de la Vida.
UNA TRAMA DE DOS SIGLOS
La combinación entre una narrativa de historia de época, con derecho a romance, armazones, venganza y tiranía, y un formato diferenciado, transformaron a A Través del Tiempo en un gran suceso. La telenovela está dividida en dos fases y muestra el reencuentro de una pareja a la que se le impide vivir el romance dos siglos atrás, pero encuentra una segunda oportunidad en el presente.
La primera fase comienza en el siglo XIX, cuando Livia (Alinne Moraes, El Astro) y Felipe (Rafael Cardoso, Imperio) se conocen y se enamoran, pero las intrigas, los celos y la ambición llevan este romance a un final trágico. Después de 150 años, la pareja se reencuentra, ahora en contextos completamente diferentes.
Para Elizabeth Jhin, autora de A Través del Tiempo, la experiencia de escribir una telenovela en dos fases con un periodo de tiempo tan grande, fue al mismo tiempo totalmente nuevo y desafiante. “Si pensamos en la gran diferencia de época en la que los personajes sufren un cambio radical de estética, tramas y modo de actuar, entre otras cosas, nos podemos hacer una idea del desafío al que se enfrentaron los equipos para realizar este trabajo. En el aire había una diferencia de 150 años, pero realmente en el último capítulo de la primera fase estábamos en el siglo XIX y en el capítulo siguiente estábamos en pleno siglo XXI”, explica.