Este 16 de diciembre, el mundo celebra el día de nacimiento, hace exactos 250 años, de Ludwig van Beethoven, el genio musical más famoso de todos los tiempos. La celebración se extiende en esta jornada a lo largo y ancho del planeta. El influjo de su obra no solo no ha perdido vigencia; aún perdura, marcando a fuego la historia del arte, hasta hacerse imprescindible y referencial para sus cultores e intépretes. El enfático convite del artista a mundos desconocidos de la música, que no es otra cosa que su honesta invitación de espíritu crítico estético a gozar de la libertad en la creación, lo han mantenido vivo y protagonista durante todo este cuarto de siglo.
Prácticamente abortadas las manifestaciones masivas de celebración del aniversario por la pandemia, ha sido la televisión la que ha recogido el guante para llevar los recordatorios y homenajes a todos los territorios del mundo. Uno de los más logrados entre los audiovisuales ha tenido como protagonista a la Deutsche Welle y al compendio de documentales de generación propia, distribuidos a nivel mundial por su brazo de ventas internacionales, DW Transtel.
En Bonn, la cuna del compositor y la cuna de DW, se gestó y desde ahí se distribuye globalmente a las televisoras y canales una serie de joyas audiovisuales sobre la vida y la influencia de la creación de Beethoven. Se trata de un compilado de documentales, de producción 2020, dividido en tres partes, realizado durante varios meses de intensa y complicada labor. Siendo de Bonn, DW tenía por delante un gran desafío: dar la talla. Y la ha dado con esta propuesta de gran nivel.
La primera de esas tres partes, Una sinfonía para el mundo / La Novena de Beethoven, es una admirable ofrenda de DW a la celebración. No ha sido casualidad la sucesión de reconocimientos recogidos desde su primera exposición: ganó recientemente la categoría "Arte y Cultura TV y Video" en los Premios AIB y recibió una"Mención Especial del Jurado"de los Premios Ondas. Anteriormente fue premiado en la última edición del Deutschen Kamerapreis y como mejor documental en el Festival Internacional de Música y Cine Cristiano. El documental fue seleccionado como filme de apertura del BAFF 2020 (Festival de Arte de Beirut) por ser considerado "el mejor homenaje que se ha hecho a Beethoven". Los premios reconocen una labor de producción extensa, intensa y llena de sentimientos, de muchos meses de realización, en la que se revisa la increíble vigencia de la Novena Sinfonía de Beethoven, casi 200 años después de ser escrita.
La segunda parte no le va en saga. En otra brillante producción, Sarah Willis, la reconocida trompetista francesa de la Filarmónica de Berlín, también respetada educadora musical, explora la influencia perdurable de Beethoven en figuras y celebridades de la música de la actualidad en el documental ¿Un mundo sin Beethoven? Reportaje musical con Sarah Willis. La artista recorre el mundo para conversar con músicos y expertos, entre ellos el compositor de cine, John Williams; el trompetista de jazz, Wynton Marsalis; el músico brasileño y ex refugiado político, Chico Buarque; el polifacético Van Dyke Parks; el guitarrista de rock, Rudolf Schenker, y el director de la sala de conciertos Vienna Musikverein, Thomas Angyan. Toda la obra audiovisual está cruzada por las creaciones del genio musical.
¿Cuál es la influencia de Ludwig van Beethoven en estas celebridades? ¿Cuánto hay del genial compositor en la música actual? Se dice que su obra cambió el mundo. Pero ¿qué significa eso? ¿Puede un artista individual influir en el curso de la historia (musical)? ¿Y cómo se puede medir el alcance de esa influencia? Willis va y viene de un continte a otro, buscando las respuestas. Ella se propone encontrar algunas imaginando y planteándoles a sus interlocutores cómo sería el mundo si no hubiese existido Beethoven. Desafiante Sarah Willis: ¿Cómo establecerían el ambiente los compositores cinematográficos de hoy sin los matices de la instrumentación creada por Beethoven en sus sinfonías? ¿Qué sería del jazz sin la síncopa que se encuentra en las obras posteriores del genio? ¿Y no están todos los riffs de música rock basados en el famoso "da-da-da-daaa" de Beethoven, las impactantes notas iniciales de su quinta sinfonía?
¿Está aún Beethoven entre nosotros? Por lo que recogió la protagonista, claramente todavía se encuentra en este mundo. Y no solo porque el compositor escribió el primer solo para el instrumento de Sarah. Sus obras suenan en todas partes, en cada continente. Es, pese al paso de un cuarto de siglo, una clara inspiración para los artistas de hoy, hasta para los rebeldes que luchan por causas justas. El mismo himno de la Unión Europea deriva de su novena sinfonía.
El tercer documental (El sonido de la naturaleza. Beethoven Mundial: el Proyecto Pastoral) muestra el compromiso que tuvo el compositor con el mundo natural. Ludwig van Beethoven amaba la naturaleza. Su 6ª Sinfonía, La Pastoral, es una expresión de este amor. Una verdadera celebración de la Creación y, al mismo tiempo, un llamado a su protección y cuidado.
El aniversario es la ocasión ideal para un proyecto de arte global contra la destrucción del medio ambiente, con la Pastoral como punto de partida. La producción se plantea aquí: ¿Qué nos tiene que decir la música de Beethoven y su mensaje en una era de cambio climático y extinción de especies? Unos 8.000 millones de personas comparten nuestro planeta: ¿Cómo asegurar la convivencia pacífica frente a todos los desafíos sociales y ecológicos?
El Proyecto Pastoral de Beethoven hace un llamado a artistas, sociedad civil, gobiernos, ciudades y comunidades de todo el mundo para proponer respuestas. Músicos y conjuntos de los cinco continentes son los protagonistas de este documental de DW: Ricky Kej, compositor de cine indio y ganador del premio Grammy, también es un referente de la conciencia medioambiental en un país de contrastes extremos. Él produce su propia versión de la Pastoral y lleva a la audiencia a visitar una escuela en Delhi, donde, con la ayuda de su música, los estudiantes aprenden sobre la protección del clima y la sostenibilidad. Brett Dean es un músico de viola, uno de los compositores más influyentes de la música clásica contemporánea. Pasó un tiempo en un parque nacional en su casa en Australia para escribir su propia Sinfonía Pastoral, que incluye el canto del carnicero, que él llama el sonido más mágico del continente. Betty G. es una cantante y compositora de Etiopía y colaboradora del ACNUR. Su música, en la que incorpora el masinko o violín etíope y la danza eskista, está firmemente arraigada en las tradiciones musicales de su país. Etiopía lucha contra la despoblación rural y las ciudades florecientes.
Aterciopelados es la famosa banda de rock colombiana ganadora de un Grammy. Sus dos miembros han defendido durante mucho tiempo los derechos de la mujer y la protección del medio ambiente. El cuarteto de jazz TDAH de Islandia es conocido por su discreto sentido del humor; pero su música también puede expresar enojo por cómo la belleza natural islandesa está siendo dañada por el cambio climático, como el glaciar Okjokull se ha derretido y ha sido declarado muerto.
Ese es otro legado del gran Ludwig van Beethoven. Su primer cuarto de siglo ha pasado y él todavía vive. ¿Qué hay de aquí en adelante? Su música está más viva cada día. ¿Habrá un festejo más merecido el año que llegue la celebración de su medio siglo? Si para entonces no hay pestes, seguramente una muy merecida conmemoración.
